Una nueva vida, un transformarse en un reciclar que va hilando historias que saben a mar, que nos llevan a la pesca de oportunidades. Mujeres raudas, inteligentes, audaces, con manos laboriosas que supieron más de pescar que el que a veces echó una red. Mujeres jóvenes y no tan jóvenes, con la experiencia y con la frescura, mujeres gallegas que optan por quedarse en la tierra y hacer de ella energía que huele a cambio, a amor, a enredar tejiendo oportunidades. Galicia se reinventa, nace más fuerte de tiempos duros, de épocas difíciles y se vuelve mágicamente exitosa.
Os traigo un proyecto con alma, esos que son los que se merecen estar siempre en nuestra Galicia Máxica, esos que cuentan historias y se mueven por el corazón, esos que te mueven por dentro y hacen que te impliques y les impliques.
La historia como todas las buenas historias nace del ingenio, del saber ver más allá. Es una historia que viene acunada por uno de los oficios más antiguos, el de redeira es tan antiguo que aparece en la Biblia mostrando una tarea tan maravillosamente importante, tanto que el proyecto comenzó con seis redeiras de Corme, y ahora son más de 100.
Este proyecto habla de economía circular, de desarrollo local, igualdad de género… y de sostenibilidad. Habla de futuro y de presente porque proyectos como Cholita nos hacen mejores e reinventan un mundo mejor para todos.
En la foto Gema Neira y Rosa Rodríguez Vidal presidenta de la Asociación de Rederas Illa de Estrella, en Corme.
La mujer siempre tuvo en el mar el más bonito de los anhelos, siempre apartada de él por la antigua superstición marinera de que la mujer traía mala suerte a las embarcaciones. Me quedo con la frase tan importante de Rosa «trabajar la malla nos hace visibles, porque cuando se piensa en la mar, solo existen los hombres”.
Y es que todos tenemos mucho que enredar, todos somos CHOLITA
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