21 noviembre, 2024

Blog de Galicia Máxica

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Presencia romana en Galicia

Lugares para conocer la huella romana en Galicia

Por más que nos pese no se puede concebir la historia de Galicia y del noroeste peninsular sin la huella y la cultura dejada por los conquistadores romanos. 

Nos es que nos enseñaran a hablar, ni que nos reeducaran para dejar de ser salvajes, pero no cabe duda que la implantación de su sistema cambió totalmente el ritmo y la forma de vida de los pueblos galaicos y por lo tanto transformó y modeló su cultura.

Los romanos fueron uno de los pueblos más avanzados tecnológicamente de la historia de la humanidad y tanto es así que después de la caída del imperio romano tardaríamos siglos en igualar aquella tecnología. ¿Qué pasaría en la actualidad si el Imperio hubiera resistido la presión de los pueblos bárbaros y hubieran sabido sustentar su compleja economía? No hay duda, hoy estaríamos hablando de una historia de la humanidad totalmente diferente a la que conocemos.

Dios Mercurio encontrado en el castro de Altamira. Álvaro Pérez Vilariño, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons.

Nadie podía hacer frente a la maquinaria romana, por más que nos resistiéramos fieramente, el final solo podría haber sido uno. Además, estos romanos aprovechaban su superioridad en técnicas de guerra y conquistaban no solo a golpe de gladius, scutus o ballistas, sino que también se les daba muy bien negociar y hacer pactos con tribus locales. Por ello su misión no fue abolir ni hacer desaparecer los cultos locales ni incluso tampoco se dedicaron a imponer a sus dioses, más bien buscaron una integración social y cultural. Había cosas que era mejor no tocar y dejar como estaban por el bien y estabilidad de todos. 

En Galicia no tendremos circos, teatros, acueductos o arcos triunfales romanos, pero sí han llegado hasta nosotros numerosos restos de la ocupación y adaptación romana. Esta ocasión vamos a repasar la huella romana del imperio en Gallaecia y para ello os dejamos un listado de lugares, edificaciones o transformaciones del paisaje de los conquistadores.

La minería romana

Gallaecia fue uno de los graneros romanos y también una de las regiones mineras principales para abastecer el imperio. Los romanos buscaron sobre todo oro y estaño en nuestras tierras y naturalmente que los encontraron y si para su extracción debían mover medio mundo no dudéis que lo harían. La mano de obra era barata y en Gallaecia muy abundante. 

Una de las pruebas de la tenacidad romana la tenemos en Quiroga, en el río Sil, que para la búsqueda de oro no dudaron en desviar el río perforando una montaña entera. Es el Túnel de Montefurado.

Montefurado
Túnel de Montefurado

Os Ancares y O Courel también fueron saqueados y no hubo valle o montaña que no quedara sin explorar. De hecho, aunque la orografía de estas sierras fuera muy complicada, los romanos aprovecharon la población nativa y la infraestructura de sus poblados para sus maléficos planes de saqueo. Tan solo hay que dar una paseíllo por estas sierras y podrás ver las grandes marcas dejadas por la minería, tales como zanjas, minas y canales.

Zanja de la mina romana de A Toca

El curso bajo y medio del río Miño también fue otro de los grandes puntos de extracción de oro y estaño. Las terrazas fluviales del Miño fueron literalmente barridas para sacar hasta la última micra de oro de las vetas que se localizaban en ambas orillas. En Crecente, As Neves, Arbo, Salvaterra de Miño y en la orilla portuguesa tenemos varios ejemplos.

Campamentos romanos

Los romanos necesitaron una buena infraestructura para someter el noroeste de Gallaecia y para ello trajeron sus legiones para apaciguar y calmar los ánimos de los nativos. Estos construyeron sus campamentos por toda la geografía y cada día se encuentran nuevos restos. En Galicia destacamos dos, el del Aquis Querquennis en Bande y el de A Cidadela en Sobrado

Campamento romano
Campamento Aquis Querquennis
De Lansbricae from Santiago de Compostela, España – Campamento romano da Cidadela – Sobrado dos MonxesUploaded by Igrexas, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=13831281

Vías y puentes romanos

Todo este mineral había que transportarlo lo más rápido posible, pues como ya sabéis, las riquezas no eran para la felicidad de los infelices trabajadores de las minas y sus familias. Para sacarlo de Gallaecia y llevarlo hasta Roma, los romanos crearon una entramada red de vías y caminos secundarios que unieron el imperio. Los romanos sabían que la distancia mínima entre dos puntos era una recta y en eso basaron la construcción de sus vías, aunque en Gallaecia se les hizo un poco más complicada eso de las líneas rectas.

Vía romana
Esta carretera del valle del Bibei aprovecha en la actualidad la infraestructura viaria romana

Pero no fue problema, para ellos no había obstáculos. Estos tenaces constructores usaron toda su capacidad técnica para la construcción de numerosas vías y puentes y Gallaecia fue atravesada con el motivo principal de unir Bracara y Asturica y además aprovechar las zonas de recursos mineros. Crearon las vías XVIII, XIX y XX o si los preferís la 18, 19 o 20.  

De estas poco se pueden ver en la actualidad, ya que sus trazados fueron aprovechados y actualmente las carreteras actuales siguen estos itinerarios. Aún así podremos ver restos del trazado de la vía XVIII y sobre todo de un puente que ha aguantado y sigue funcionando casi 2000 años después, el puente de Ponte Bibei.

Ponte Bibei
Ponte Bibei, vía 18

En un trazado secundario de esta vía también conservamos en un gran estado romano el de Ponte Freixo, sobre el río Arnoia.

Pinte Freixo
Ponte Freixo

Después hay muchos puentes llamados romanos, pero la mayoría no pasa de 200 años y muy pocos son los que conservan algo de su primitiva fábrica. El de la ciudad de Ourense, Baños de Molgas, A Cigarrosa o Ponte Pedriña, sumergido en la actualidad, son algunos de los puentes que mantienen «algo» de romano.

Puente de la Cigarrosa
Puente A Cigarrosa

Los romanos usaban señales y la colocación de sus famosos miliarios eran la forma más común de marcar distancias y vías. Se han encontrado numerosos miliarios en las proximidades de estas vías y en las secundarias y muchos de ellos están en museos o expuestos al aire libre, como el caso de Portela de Home o Guístolas.

Miliario romano

Otra forma de comunicación romana muy fiable y rápida era la navegación y las vías marítimas y fluviales. Uno de los grandes legados de los romanos en cuanto a la señalización de estas es la archiconocida Torre de Hércules, en A Coruña. Dicen que es el único faro romano aún en funcionamiento, pero aunque sí es cierto que su origen es de la época del Imperio, también es cierto que en la actualidad su aspecto romano no es lo que más nos deslumbre precisamente.

Torre de Hércules

Las mansiones y villas romanas

Sobre las vías romanas existían una serie de villas o mansiones dispuestas a distancias regulares que servían de puntos de apoyo a estas vías de comunicación. Había muchas otras pertenecientes a grandes terratenientes romanos situadas en la costa o en el interior y relacionadas con industrias o agricultura y ganadería.

De estas conservamos los restos de unas cuantas. En la costa debió haber innumerables mansiones que aprovechaban las riquezas que el mar ofrecía y en la costa de Vigo se cuenta que era algo así como la Marbella romana debido al número de lujosas mansiones dispuestas a pie de mar.

Villa romana de Toralla
Villa de Toralla

Podemos nombrar la villa de Toralla, de A Lanzada, Adro Vello, Cambre… En el interior nos podemos ir a Lucenza (Cualedro) y encontrar los restos de una villa romana muy poco estudiada y de grandes dimensiones, Santa Marta. Santo Tomé en Ourense, Armea en Allariz o la reciente descubierta de Coea en Castro de Rei son algunos otros ejemplos de villas romanas.

Santa Marta de Lucenza
Castro de San Tomé
San Tomé, Ourense
Armea
Villa de Armea

Termas

Todos conocemos el gusto por los romanos por el agua caliente y los baños. Ourense fue la capital termal de los romanos en la Gallaecia, aunque estos aprovecharon cualquier surgencia termal del noroeste para crear sus lujosas mansiones provistas incluso con calefacción. Tenemos grandes ejemplos en Aquis Originis (Lobios) y en la mansión que está junto al campamento de Aquis Querquennis.

Aquis Originis

En las proximidades de esta última no debemos perdernos el interior de la iglesia prerrománica de Santa Comba de Bande, pues algunos de sus elementos pudieran ser romanos.

Santa Comba de Bande
Interior de Santa Comba

Salinas

Otro de las industrias pujantes del imperio romano en Gallaecia fueron las salinas. Tenemos restos sobre todo en la costa sur de Galicia y norte de Portugal y como ejemplos citaremos las salinas de A Guarda o las musealizadas de Vigo.

Salinas
Salinas A Guarda

Castros romanizados

Muchos de los castros del noroeste presentan rasgos romanizados ya que siguieron siendo usados hasta años después de la conquista. Podríamos nombrar cualquier castro de Galicia y por eso lo mejor es que echéis un vistazo a este artículo sobre castros de Galicia. Un caso muy curioso de la pervivencia de las creencias de dioses locales lo tenemos en Cangas, en el llamado Monte do Facho de Donón.

Santa Trega
Castro de Santa Trega

Murallas y ciudad de Lugo

No podemos dejar de hablar de la presencia romana en Galicia sin nombrar uno de sus grandes  e impresionantes legados, la muralla de la ciudad de Lucus Augusti. Lugo rebosa romanización por los cuatros costados. Mover una piedra en esta ciudad significa encontrar un nuevo resto romano. Tampoco podemos olvidarnos del misterioso recinto de Santa Eulalia, localizado muy cerca de la ciudad de Lugo.

Y pasarán siglos y seguirán apareciendo restos romanos por toda nuestra geografía y quizás el más interesante esté aún por descubrir. Esperemos aprovechar y aprender mucho más de esta civilización que conquistó de aquella medio mundo conocido.