Los amantes de la naturaleza estamos de enhorabuena. Un hito histórico en la defensa de la naturaleza y en concreto para la defensa y la conservación del lobo. El lobo ya no podrá se cazado y será tratada como una especie clave para el equilibrio de nuestro ecosistema y por eso su conservación debe ser crucial.
Hubo un tiempo en la que relación con el hombre y el lobo no era la más adecuada, ya que este animal se repartía por toda la geografía debido a la libertad de la que gozaba y al gran número de presas libres de las que disfrutaba. Esto al hombre no le hacía mucha gracia, y probablemente no fuera por el número de ataques a los humanos, sino más bien por los daños causados a los rebaños que vagaban en semi libertad por el monte. Por eso, hace años, no se podían permitir los constantes ataques a sus rebaños, pues estaba en juego la supervivencia de muchas familias.
Para evitar su superpoblación y minimizar los ataques, se idearon sistemas de caza del lobo, como los conocidos como «foxos do lobo«. Siglos después llegaron las armas de fuego a todos los rincones y eso empezó a ser un serio problema para el lobo hasta tal punto que en los años 70 estuvo al borde de la extinción. Llegó «Felix» y enseñó a muchos las maravillas de este fascinante y misterioso animal al que deberíamos proteger.
Los tiempos han cambiado… la alimentación actual del hombre en los países supuestamente desarrollados, por suerte o por desgracia, ya no se basa en este tipo de explotación ganadera y además existe una gran oferta de todo tipo de alimentos.
En la actualidad, el lobo está en una seria regresión y todo esto debido a la escasez de recursos de los que disponen. Las presiones de su hábitat, la contaminación y la consecuente falta de presas hacen que el lobo aceche al ganado y no por vicio, ni por ganas de hacer daño precisamente, sino por hambre y sobre todo para garantizar la perpetuidad de su especie. El lobo es selectivo, no mata por diversión.
Otra cosa son los perros salvajes o híbridos que vagan libres y en manadas y esos sí deberían necesitar un estudio en condiciones que nos muestre la realidad de estos depredadores sin hábitat establecido. Muchas, o la gran mayoría de veces, el ganado es atacado por estos cánidos acusando al inocente lobo de este flagrante delito.
Estos ataques al ganado son la excusa perfecta para que el hombre permita cazarlo en buena parte del territorio, y por ello el exterminio del lobo está cada día más cerca. Si el ecosistema se mantuviera como la naturaleza lo diseña, probablemente no habría problema, todo sería una cadena ordenada.
Pero por suerte, hemos dado un paso clave de gigante en cuanto a la protección del lobo, un hecho histórico para la conservación de nuestra fauna salvaje. El lobo ya no podrá ser cazado y por ello será incluido en el listado de especies de protección especial, convirtiéndose en una especie clave para el equilibrio de nuestro ecosistema cuya conservación debe ser crucial.
Tristemente Galicia (o los que la representan) se ha opuesto, pero de nada ha servido, pues los votos a favor han sido 9, 8 en contra y 3 abstenciones.
¡Larga vida para el lobo!
Que alegría leer esto. El lobo está en la cima de la pirámide de los grandes depredadores en nuestras tierras; su presencia es fundamental para mantener el ecosistema en equilibrio y evitar que otras especies más pequeñas se reproduzcan demasiado y alteren los entornos, incluyendo los humanos. Hay que recordar que su hábitat es el que ha sido invadido por nuestra presencia, no al revés. Una planificación adecuada de las explotaciones ganaderas es responsabilidad humana, no del lobo…