Uno de los escritores gallegos más importantes Ramón Otero Pedrayo será el encargado de ilustrar las fotos que para mi son más especiales del fin de semana en Lalín, un pequeño avance de lo que os contaré en una entrada dedicada a este concello. Utilizaré para ello un texto que dedicó a las fiestas patronales del año 57.
Retazos del artículo a mi xeito de “ALTA LUZ, claro verdecer de Deza”
Si no Esparta y Atenas, ni tampoco el Alpe y Toscana puede descubrirse una pureza dórica en el arte de portar los haces de leña de las mujeres de Deza
Con emoción llegué aún adolescente, a Lalín.
Me quedó una impresión de mañana, de elegante serenidad disciplinada en el viento, en los horizontes y el recuerdo vivo del alentar del Otoño en los claustros renovados y epilogales de las grandes fragas.
Muchas veces en el año, en todas las estaciones, pero sobre todo en el invierno, cruzo de mañana o ya entradas las horas de la noche la tierra de Deza
En Lalín el breve descanso nunca defrauda a la esperanza y el gusto de lo auténticamente gallego que me anima
Lo labriego de honda raíz se combina con un aire de caminos llegando gustosos de todos los rumbos.
No se pierde lo limpio e hidalgo del trato, ni el ritmo antiguo se deja perturbar por la imitación.
Dispone Lalín de una rica y fuerte proyección en la Galicia emigrante.
Estiman y afirman como noble herencia las gentes de Deza las cualidades humanas y gallegas.
Las aprendieron en el rudo y hermoso trabajo de las agras, en las jornadas venatorias, en la noche propicia a la charla, el recuerdo, el proyecto.
Envuelta en verdes y graciosas parroquias aldeanas, sus raíces, sus testimonios, Lalín sabe aprovechar la invitación de la noche que no se ha hecho solamente para dormir o ahorrar esfuerzo.
La noche de Lalín y de Deza queda inmortalizada por los desvelos apasionados y poéticamente metódicos de sus grandes astrónomos
Y así daría fin a una entrada resumen de dos días de ensueño en Lalín pero recordando una conversación con mi abuela añado a esta mis pequeños retazos 😉 en #Lalínuninteriorúnico
«se fué un grande cuando tú nacíste,
un hombre que luchó toda su vida para dar a Galicia ese espacio que le corresponde,
recuerda sus letras,
son una guía para todo aquel que la ama de corazón,
no olvides su legado,
infinito para el que sabe leer entre líneas.»
Gloria
En fin, que nadie mejor que Otero Pedrayo para acercar este día que para mi fué una gran fiesta Y como en la fiesta también bailé, así os la contaré:
En Lalín se celebran todos los días porque aquí el patrimonio cultural y gastronómico arropa a aquel que busca en lo íntimo lo cercano o para aquel que se siente en silencio con el bullicio.
Lalín es tierra de contrastes,
el modernismo y lo ancestral, lo verde y lo grisaceo, lo enxebre o lo fino… aquí van muy unidos y se endulzan mutuamente
Es un concello que no sólo encontrarás siguiendo los pasos invernales porque el otoño se vive en mesas inmensurables, el verano cruzando puentes en los que se libraron grandes batallas y la primavera corre a cargo de los colores y el ambiente que hace que en ti florezcan grandes sentimientos.
Tierra cercana, íntima, grande, de altura, de fiesta,
de fiesta en la que se sueltan los cinturones y nos desmelenamos con ritos
De sueños en Pazos, en torres de Deza, en castros
que nos enseñan que aquí está la mejor de las historias
esa que se cuenta al oído y se grita a los cuatro vientos
De tardes en lareiras, de lenguaje de ancestros, de comidas que nunca se acaban
como por arte de magia
de productos que hablan un lenguaje único y universal
«Se é de Lalín, é Bo»
en fin, es lo que tiene mi tierra que es tan mágica y única que todos la necesitamos en nuestra vida,
Mi Santa tierra que te da esa comunión con la risa y ese perdón al dejarse llevar por los placeres mundanos.
Esta entrada se la dedico a Lalín y a todos los que me acompañaron ese día
y en especial a mis dos grandes mujeres,
mi madre a la que recordé en cada cucharada de vida y mi abuela con cada palabra de vuelta.
En ocasiones y en algunos sitios siento esa puerta entre lo mágico y mundano.
Muy chulo el post, María. Ya te contaré alguna anécdota de #Lalín cuando logremos coincidir. 😉
graciñas Marco, muy pronto 😉