Volvemos a un concello que cada día nos regala y nos sorprende con espectaculares lugares nuevos. Se trata del concello de Cotobade, en Pontevedra, tierra de fantásticos canteiros que dejaron sus huellas por toda la comarca y por toda Galicia. Es mucho el patrimonio en piedra esparcido entre los valles del Lérez y del Almofrei; puentes, pazos, monasterios, casas señoriales, hórreos, petos, cruceiros … y mucho más.
Esta vez hemos ido a visitar ese arte en piedra en forma de arquitectura tradicional y para ello conocimos una aldea que desde hace más de cincuenta años ya no cuenta con habitantes. Sus casas, olvidadas, están siendo tragadas por la naturaleza y poco a poco van desmoronándose.
Nos impresionarán sus hórreos señoriales, sus palomares, sus grandes casonas a las que no les falta nada… y sobre todo nos fascinará la labor de la naturaleza que nada o poco le importa que existan estos restos aquí. Embriagados por la escena, imaginamos como sería la vida dentro de estas casas que nos transportarán al siglo XVIII. Marchamos con pena, mucha pena por la situación de estos lugares que a muchos parece importarles poco o nada.
ALDEA DE ARUFE (MÁS INFO):
Dejamos la aldea de Arufe para volver por el carreiro que nos conducirá hasta la iglesia parroquial de Loureiro. Allí veremos su cruceiro y su vía crucis, en donde destaca una cruz con un fuste estriado que parece de otra época. Tampoco dejaremos de ver una curiosa lápida del siglo XIX pegada a la iglesia parroquial de la cual sabemos que existe una leyenda sobre una mujer que presuntamente murió de pena al ser separada de su amado al quedar embarazada.
IGLESIA DE SANTIAGO DE LOUREIRO (MÁS INFO):
Estos son los dos últimos sitios de Galicia Máxica, esperamos que sepáis disfrutar del entorno y que respetéis el legado de nuestra tierra, que aunque olvidado, aún existe esperanza.
Llego aquí porque por datos de una familiar, que en estas semanas encontré me dió el dato que mi abuelo nació aquí.
Gracias, por mostrarnos un pedacito del lugar donde él y su familia vivió, antes de venir a Argentina.
Saludos, María