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Si de algo pecan turísticamente muchos de los concellos de Galicia es de no saber acercarnos de una manera eficaz y agradable sus encantos. A pesar de contar con grandes recursos muchos de ellos los ignoran y esperan que los visitantes aparezcan sin más buscando algo que ni siquiera saben que existe. Sin embargo unos pocos apuestan fuerte en todos los ámbitos de publicidad para poder afianzar y potenciar y dar a conocer al mundo lo que un concello esconde y poder atraer a ese turismo potencial que está ávido de sentir nuevas experiencias. Son muchos los concellos que a las puertas de la tercera década del siglo XXI por tener ni siquiera tienen páginas web municipales en internet y mucho menos dedicadas exclusivamente al turismo, algo para nosotros obligado y fundamental en estos tiempos para no mezclar los asuntos locales con los turísticos. A parte están las hoy tan valiosas redes sociales que hacen acercar a un público joven y con ganas de conocer cosas nuevas.
Uno de los concellos que pasaba desapercibido desde hace algún tiempo era Lalín. A nosotros que nos gusta viajar por Galicia, sea interior o costa, nunca nos había atraído este municipio, nada parecía haber que te dijera: Vente a Lalín, tan solo el mundialmente conocido Cocido y el Santuario de O Corpiño era lo único que parecía existir. Por ello era solo ir y no parar, un lugar de paso. Pero nosotros no solo queremos comer sino disfrutar y aprender de los fantásticos lugares que un concello nos pueda aportar. La idea preconcebida de muchos de nosotros de grandes latifundios con excelentes pastos lamentablemente era lo que se veía. ¿Cómo era posible que en 326,86 km2 y en 49 parroquias no hubiera nada más que te llamara la atención?
Pero esto cambió radicalmente en los últimos años, ya no es lugar de paso, sino un lugar para quedarse. Gracias a las campañas en las que Lalín viene apostando fuerte en los últimos tiempos tanto en internet como en otros medios de comunicación nos hemos dado cuenta de que Lalín es un mundo lleno de rincones mágicos dignos de su visita. Un mundo lleno de historia, de naturaleza, de cultura, de una gastronomía muchísimo más variada que no solo el cocido… en fin, un verdadero paraíso lejos de ser los vastos campos verdes que pensábamos.
¿Quién iba decir que Lalín es de los concellos que más asentamientos castrexos tiene de Galicia? ¿Quién pensaría que su historia y patrimonio se refleja en la gran cantidad de pazos e iglesias repartidas en sus 49 parroquias? ¿Quién se habría dado cuenta de esa historia si en la actualidad no estuviera reflejada en sus nuevos museos como el Pazo de Liñares, A Casa do Patrón, Castro Deza, el museo de Ramón Aller…?
¿Cómo hubiéramos conocido esa variada oferta gastronómica de gran calidad sin la apuesta fuerte al mercado local? ¿Qué por aquí pasa el Camino de Invierno a Santiago? Tampoco lo sabíamos pero ahora sí y además cada vez crece más el número de peregrinos por esta vía a la que Lalín ha querido potenciar.
Sus ríos, sus sierras… son muchos más que los grandes pastos que teníamos en mente.
Su «Lalín, un interior único» se ha convertido en uno de los lemas más virales de internet en cuanto a promoción turística y es que una buena puesta en valor del potencial turístico vale mucho. Lalín cuenta con su propia web municipal y lo que es más importante con su propio portal de internet dedicado exclusivamente al turismo de Lalín. Tienen buena presencia en las RR.SS, algo fundamental a día de hoy para diversificar el rango de edades y atraer a los visitantes más jóvenes.
Pero esto no acaba aquí. Esa puesta en valor continua y es la mejor forma para que el espíritu del visitante no decaiga. No hay trabas para otras formas de viajar, como el turismo de autocaravanas, todo vale, y para ello se lo han puesto fácil con una gran área de autocaravanas para su estancia, un turismo de nivel que muchos concellos parecen obviar y hasta parece que no lo quieren ni ver.
Continuamos viendo diariamente nuevas campañas de promoción tanto de Lalín en su conjunto como de sus actividades culturales y gastronómicas de lo más variadas y para todos los públicos. A Feira do Cocido, Lalín con Gusto o el Orgullo de Lalín por ejemplo ya resuenan en gran parte de la Península. Y qué decir del gran colorido que inunda las calles de la villa y que han pasado página y han hecho olvidar aquella villa antaño tan aburrida en la que nadie quería detenerse. Hoy Lalín es visita obligada tanto para los gallegos como para todos los visitantes que vengan de otros lejanos lugares. Y es que de verdad hoy sí Lalín, es un interior Único, un interior único para quedarse.
Nuestras felicitaciones para esta apuesta turística y que muchos concellos de Galicia tomen buena nota y sigan el ejemplo porque Lalín ahora sí existe y tiene mucho que ofrecer.
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