11 octubre, 2024

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Taboexa en As Neves

Caminando por Taboexa

Estos tiempos en los que no podemos viajar tanto como nos gustaría debido a la dichosa pandemia nos sirven para volver a visitar lugares que tenemos muy cerca y que como siempre, seguro que esconden maravillas esperando ser visitadas. Y así es, por mil veces que vuelvas a un lugar, siempre encontrarás algo que no habías visto antes y que te dejará sorprendido.

Y eso nos ha pasado en la parroquia de Taboexa, en el concello de As Neves, del cual conocíamos el mítico Castro de Altamira, su iglesia parroquial, varios conjuntos de petroglifos y como no, el mirador de San Nomedio.

Esta hermosa parroquia de Taboexa rebosa historia por los cuatro costados, aquí cada rincón esconde un gran secreto y una nueva visita prometía descubrir esos nuevos rincones maravillosos. Y así fue, nos volvimos con ganas de regresar mil veces.

Parte de nuestro interés y de esta nueva búsqueda en esta parroquia de Taboexa se la debemos al blog As pedras de Taboexa falan, de Alejandro Manuel Míguez Álvarez. Ya fallecido en 2013, Alejandro nos dejó en la nube un excelente blog sobre Taboexa, sus vivencias y muchos de sus conocimientos de esta parroquia, un excelente legado digno de conservar. 

También existe otra web de Taboexa en donde podremos descubrir un sinfín de particularidades de la parroquia. Se trata de Taboexa.net.

A continuación os vamos a descubrir una ruta por la que podréis conocer varios de los lugares de la parroquia de Taboexa que ya conocíamos y que hemos descubierto recientemente. La ruta será para realizar andando, pero no os preocupéis, pues se trata de un corto paseo lleno de sorpresas.

Empezaremos en la iglesia parroquial de Santa María de Taboexa y desde allí nos dirigiremos hacia el Castro de Altamira, cuya mítica silueta tan característica estará presente en todo nuestro recorrido.

Iglesia de Taboexa

Guiados por los restos de un vía crucis ascenderemos hasta los pies del castro, hasta la ermita de San Bartolomé.

Cruceiro

De esta capilla se cuentan muchas cosas y una de ellas es la posibilidad de situarse sobre un santuario galaico, un dolmen o incluso sobre una posible sauna galaica, que en la actualidad deberemos denominarlo «monumento con forno», cuentan los entendidos que sería más apropiado.

Ermita de San Bartolomé

Junto a ella tendremos unas maravillosas vistas de Taboexa, del valle del Tea y del Miño, es decir, de una gran parte de la Comarca do Condado. Veremos unos restos de un posible calvario con un cruceiro más moderno y detrás el castro de Altamira, del cual podremos ver en las proximidades los restos de unas viviendas circulares.

Debemos saber que el castro, además de poblado galaico, fue un importante centro de fundición romana en el cual se encontraron numerosas piezas de gran valor, como el famoso Mercurio.

Vivienda castrexa

En la actualidad llegar hasta la croa del castro no es tarea sencilla y a veces hasta podría resultar imposible. Después de los incendios de octubre de 2017 que envolvieron en llamas y calcinaron más del 90% del territorio de As Neves, el monte del Castro de Altamira quedó herido de muerte y no sería por existir anteriormente promesas de recuperación, conservación y puesta en valor de este lugar tan interesante que nunca se llevaron a cabo.

Hoy el montículo que alberga la historia de nuestros antepasados no es más que un monte lleno de ramas, troncos, acacias, eucaliptos y otros arbustos invasivos que impiden su visita e incluso que nos avisan que volverán a arder si nadie lo remedia.

Aspecto del castro antes de los incendios de 2017

Nosotros lo hemos conseguido, pero ojo si lo intentáis vosotros, pues el castro está lleno de socavones provocados por las antiguas minas de extracción de granito, así que cuidado en donde pisáis, pues la maleza impide apreciar con claridad el suelo. Sin embargo de aquellas profundas cuevas que nos hablaba Alejandro en su blog no veremos nada, ya que fueron taponados en el siglo pasado para evitar accidentes y caídas de ganado.

Arriba, además de las grandiosas vistas, localizamos un petroglifo, del cual no sabemos si es milenario o se trata de un grabado más actual. También con esfuerzo descubriremos alguna cazoleta y numerosos restos de piedras de las murallas y viviendas desaparecidas y de las cuales y según el blog de Alejandro en el siglo pasado las paredes aún se levantaban más de un metro.

Volvemos a bajar a la ermita y nos adentramos por foso defensivo este del castro siguiendo un camino hacia el norte durante unos 200 metros por el medio de troncos caídos quemados, arbustos y restos de murallas hasta que encontramos un desvío a la derecha que nos llevará por hermoso y antiguo camino de carros por donde podremos ver los primeros restos de molinos harineros. 

Ahora parece que entramos en un oasis, un rincón que por su humedad o quizás por la presencia de especies autóctonas se mantuvo a salvo del fuego que rodeo totalmente este paraje. No es extraño que lo denominen el Lugar do Mouro, quizás fuera uno de estos seres mitológicos quién salvó este lugar.

Nos encontraremos con un cruce y nos dirigiremos hacia la derecha, para conocer el resto de los molinos de agua. Donde vemos el último de los molinos, el más elevado, asciende un pequeño sendero en frente de él que nos guiará a otro conjunto rupestre sorprendente.

Lagares rupestres

Allí y separados por tan solo un par de metros encontraremos dos lagaretas rupestres coetáneas a la habitabilidad del castro y unos grabados sobre una roca relacionados con ritos de fertilidad y cuya cronología se distanciaría unos mil años de los lagares. Es la llamada Laxe dos Penes.

No nos detenemos y volvemos a coger el camino anterior que nos llevará por el medio de antiguas casas centenarias que el tiempo y la maleza se va comiendo. Sorprenden los detalles de estas, escaleras labradas en la misma roca, minas profundas de agua, pilas…

Seguimos por los caminos marcados por los carros durante décadas y pasamos junto al montículo conocido como Coto da Escola, desde donde podremos tener de nuevo una buena panorámica del castro de Altamira y alrededores. También apreciamos las marcas de los ignorantes e incultos que con sus sprais nos dejan su absurdo legado en las rocas.

Castro de Altamira desde el Coto da Escola
El castro de Altamira desde el Coto da Escola

Ahora toca ir en busca de varios y espectaculares conjuntos de petroglifos que están muy cerquita de aquí. Tan solo debemos seguir la pista y unos 50 metros después la pista hace un giro de 90º a la derecha. Justo en ese punto podremos elegir si seguir por la pista o atajar por un camino que sigue de frente, pero esto dependerá del estado de limpieza de este sendero.

Si está en condiciones podremos atajar y llegar a las cercanías de los petroglifos de A Coutada, descubiertos después de los incendios de 2017 y que son considerados como uno de los conjuntos más importantes del noroeste de la Península.

Cerca de estos podréis ver unos cuantos más. Para finalizar iremos a ver la serpiente, los juegos y otros petroglifos sorprendentes que estarán a tiro de piedra.

Desde luego que este paseo por Taboexa es un fascinante paseo a través de la historia.

Una gran manera de finalizar nuestro recorrido sería en el alto de San Nomedio, desde donde divisaremos las mejores vistas de la comarca. Una serie de pistas nos llevarán hasta el alto, aunque también lo podréis hacer cómodamente en vehículo desde la zona de Batalláns. Consejo: No uséis el navegador del Google Maps, pues os llevará por pistas de tierra totalmente intransitables o por lo menos esto es lo que nos sucedió a nosotros hace unos meses. Por si acaso os marcamos la ruta en vehículo en el mapa.

Ruta por Taboexa