Amor en el regazo

Hay gestos de amor y amor sólo con gestos. Hay los que  dan sin esperar nada a cambio y los que recogen lo que a lo largo de años han ido sembrando…  y detrás los otros, y para que hablar de ellos, sí realmente no nos aportan nada, tampoco recogerán nada.
El amor es más que un sentimiento, es una actitud en tu día a día, algo que se comparte, se mima y se cuida a lo largo de nuestras vidas.
El respeto hacia el pasado o se tiene o se carece del mismo, igual que la empatia que es lo que hace que nuestro corazón palpite ante la grandeza del ser humano y si de algo estamos seguros es de que sobra la gente de verdad, esa que vale la pena y la que lo es a diario, sólo a medias y a esa especie ni mentarla.
Y si algo hemos de agradecer a las redes sociales es que en «ocasiones» palpamos la verdadera esencia del ser humano, de las grandes personas, esas son las que realmente valen la pena.

Tras perfiles públicos que no dudan en compartir con todos sus momentos inolvidables, se esconde la verdadera finalidad de nuestras relaciones, el trato tú a tú, el contacto humano y ese gran sentimiento familiar por el que todos apostamos.

Gracias Giancarlo, casi tocamos entre lineas vuestros corazones y es que una imagen vale más que mil palabras y una como esta, merece la pena compartirla.

El Alzheimer esa arrebatadora enfermedad que come nuestros recuerdos a su paso, se ha escondido en un momento en que abuela y nieto se intercambian papeles para enseñarnos que todo en la vida ha de recordarse y las enseñanzas descansan sólo en los mejores regazos.