En la actualidad los medios nos bombardean casi diariamente con una gran cantidad de noticias que nos advierten de los más inverosímiles acontecimientos astronómicos, como son los colores de la luna. Procurarán llamar tu atención con los más retorcidos y engañosos titulares, el único objetivo de estos es recabar tu interés y por lo tanto tu visita a su página web y para ello no dudarán en atraerte con los más retorcidos temas que aunque probablemente tengan algo de verdad, no es oro todo lo que reluce.
El universo y el cosmos desde siempre han sido objeto de atención por parte de la humanidad y por ello despierta un interés casi innato en el ser humano. Su amplio espectro de sucesos y su variedad de acontecimientos incomprensibles para la mayoría de nosotros hacen que sea un tema de gran interés para los medios, ya que saben que probablemente nos atraerá y más si le sumamos nuestra ignorancia sobre este tema.
En el mundo occidental y en la actualidad vivimos muchas veces de lado a lo que sucede sobre nuestras cabezas en nuestro cielo. En una sociedad que vive bajo luces y en donde el cielo oscuro pasa casi desapercibido aumenta con creces la ignorancia sobre el firmamento. En la antigüedad cualquier suceso especial que ocurriera en la bóveda celeste atraía la atención de todos, ricos y pobres, sabios e incultos, el cielo estaba prácticamente al alcance de su mano. Sin embargo, no eran pocos los que se aprovechaban de estos eventos astronómicos y los más espabilados se las ingeniaban para crear un método para meter miedo a la población o para llevarlos hacia a donde ellos querían. Los cometas, los eclipses, las estrellas fugaces… todo eran presagios…»Haced lo que os digo o la furia de nuestros dioses caerá sobre vosotros, esto que vimos es una advertencia celestial.”
En la actualidad pasa algo similar, aunque no para meternos miedo, sino para atraernos hacia «la fuente». Desde «hoy se puede ver Júpiter», pasando por asteroides que «rozan la tierra» o las lluvias de estrellas del año en las que creemos que nos hará falta un paraguas para protegernos de ellas, hacen que muchas veces nos hagamos una idea equivocada de lo que pasa en el firmamento y esto a veces crea una expectación que acaba siendo contraproducente para el futuro aficionado a la astronomía o amante de las estrellas.
Una de las noticias que más se lee últimamente en los medios es la de las «lunas camaleónicas», las lunas de colores, esas lunas que adoptan los más inverosímiles y chillones colores cual camaleón. Desde verde, lila, azul, roja… ¡Qué sé yo! Aparte tenemos las que nombramos con los más sugerentes nombres llegados desde las más remotas o distantes culturas y que algunos pretenden que adoptemos como nuestras por tan solo unos días.
Pero no, la luna no es un camaleón y creo que nunca lo será. Si bien es verdad que nuestro satélite y dependiendo del suceso astronómico o a la atmósfera puede adoptar diferentes tonalidades entre el cobrizo al amarillo, todo lo demás que leamos no se referirá al color ni la forma física de la Luna y será en gran parte sensacionalista y otras veces bulos vertidos en las redes con los más oscuros propósitos.
La luna siempre nos ha ayudado como calendario desde que tenemos uso de razón y aún hoy son muchas las religiones y creencias que se basan en las fases de la luna para marcar las festividades más importantes de estas. Lo hacemos aún en el mundo occidental y también lo hacen en las más remotas y escondidas tribus de este pequeño planeta. Por ello muchas de estas civilizaciones o culturas han nombrado con los más curiosos y fantasiosos nombres a las diferentes lunas del año. Nativos americanos, aborígenes australianos, esquimales, tribus africanas, todos ponen nombres a sus lunas y es que estas marcan su calendario y no por que cambien de forma o de color.
Desde el bulo de internet de la Luna Verde, hasta los titulares de los medios de las Luna Azul, Luna Negra, Superluna Rosa… Os contamos algunos de estos colores y nombres del astro de la noche.
Los «colores» y nombres de la luna
Luna Verde
Este es un bulo que corre por internet y como las fases de la luna es cíclico. De vez en cuando se comparte una noticia sobre una alineación de la luna con los planetas del Sistema Solar que haría que pudíeramos ver la luna de color verde. Ganas de hacer perder el tiempo a la gente. Afortunadamente los medios no recogen este color a primeras tan sorprendente y ridículo.
Luna Azul
¿Y por que no crear otra de color azul? Y así fue, se hizo la luna azul, fruto de una deturpación de la palabra inglesa antigua «belewe» que significaba «traidor». La palabra fue abreviada a blwe y finalmente en blue, que traducimos por azul. El pseudónimo «Azul» de esta luna traidora se debe a que en un mismo mes se dan dos lunas llenas, cosa no muy habitual y que sucede aproximadamente cada dos años y medio. Observa la luna cuando te apetezca, siempre es hermoso y no tendrás que esperar a que la Luna sea Azul.
Luna Negra
Otro témino controvertido, ya que la Luna no se viste de negro, sino que su brillo no será prácticamente captado por nosotros al estar muy cerca del astro rey, el Sol. Muchas veces el término también es referido a la falta de luna nueva o incluso a la segunda luna nueva de un mismo mes, si es que la hubiera. Así que no mires al sol para buscar la Luna Negra, ya que podrías acusar lesiones oculares.
Superluna Rosa
Otro de los colores de la luna, el rosa. Una superluna es el momento en el que la luna está más cerca de nosotros, el llamado perigeo. Esto provoca que su brillo sea un poco más intenso y su tamaño ligeramente más grande, alcanzado su máximo tamaño cuando se encuentra cerca del horizonte. Esto se debe en gran parte a la refracción de la atmósfera. Aunque la luna no esté en perigeo, sobre el horizonte siempre se verá más grande y durante este un poco más. Lo peor de todo es el color a la que a veces se le da, el rosa, ya que cuentan que viene ¡del florecimiento de una planta de ese color! La luna rosa es otro ejemplo de perder el tiempo en ir a ver su color.
La Luna de la Cosecha
La luna de la Cosecha es simplemente la luna llena más cercana a cuando empieza el otoño en el hemisferio norte, el equinoccio otoñal. Dicen que esta luna ayudaba a extender la jornada a los agricultores en sus labores y también a los cazadores, por eso también la llaman la Luna de los Cazadores. También la escucharás nombradas como Luna de Vino, la Luna cantarina o la Luna del Alce, cada cual más original y simpática.
Luna del Castor
La última luna llena de otoño recibe en algunos lugares el nombre de Luna del Castor, en relación a este curioso mamífero roedor que habita en los ríos de países de norteamérica y parte de Europa y Asia, y que en ese momento se aprovisiona para pasar el invierno. Así que cada país podremos llamarla como cualquier animal de nuestra geografía que en ese mes se prepare para pasar el invierno.
Luna de Fuego y Luna de Sangre
Cuando escuchéis este nombre sí será una buena excusa para madrugar o trasnochar, ya que la Luna efectivamente parecerá cambiar de color a un tono cobrizo e incluso rojizo, debido a la sombra de la atmósfera de la tierra durante un eclipse lunar.
La luna llena en diferentes meses
Luna de Lobo o de Hielo en febrero, Luna de las Flores en Marzo… son nombres de lunas llenas y superlunas durante el año. Seguro que cada cultura de cada esquina del mundo le tiene su propio nombre a la luna llena, y no por su color, sino para marcar el tiempo de su calendario en relación normalmente con la agricultura. Seguro que pronto escuchareis nuevos nombres que jamás hayáis oído y que no tengan mucho de particular más que por curiosidad cultural.
Los verdaderos colores de la luna
Los colores de la luna, además de ese color plata o blanco brillante que la hermosa Luna nos muestra gran parte del mes, pueden pasar por el amarillo, cobrizo, anaranjado o rosado, y todos gracias a la obra de la refracción de las partículas de la atmósfera, ya sea sobre el horizonte o durante un eclipse lunar.
Así que ya sabes, no esperes pacientemente a ver como la luna cambia de color a no ser que sea al amanecer, atardecer o durante un eclipse lunar. Disfruta del espectáculo que nos ofrece la luna cualquier noche y fase, ya sea creciente, menguante o llena, y si es nueva, disfruta del cielo estrellado. Estos colores de la luna solo existen en la tradición y nunca tienen un sentido visual literal.
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