Algo se respira en el ambiente, parece que las cosas últimamente pintan mejor, se ve a la gente más implicada con el medio ambiente, realmente sufren ante los atentados ecológicos, se intuye el cambio.
Organizaciones como Monte Penide Prehistórico, hacen que veamos la semilla del cambio, implicados por el patrimonio se decidieron a no esperar a que el patrimonio terminase desapareciendo entre matojos o destrozado por desaprensivos, asi que han aportado con su esfuerzo el primer paso para que las cosas en este lugar empiecen a ser como deberían haber sido siempre.
Todos tenemos intención de hacer de este mundo un lugar mejor en el que vivir, en el que todos tengamos cabida y nos respetemos.
No me gustaría que mis hijos no disfrutasen como yo lo hice de pequeña, no quiero contarles por foto a mis nietos, como era Galicia, quiero que la sientan, que tengan su esencia en sus vidas, que puedan ir al monte y disfrutar con sus hijos, como yo lo hacia con mis padres. Hay sensaciones difíciles de explicar, que todos sentimos de manera distinta, pero en el fondo aunque las percibamos cada una a su forma, a todos nos encantan.
Quiero que sientan la hierba bajo sus pies, notar el contacto piel con piel de la naturaleza, tan esponjosa, tan fresca, no quiero desiertos para sus pies y menos el hormigón. Que puedan acariciar la arena en la playa, cálida, suave, con el color que sólo tiene la arena gallega. Que sientan el discurrir del río en su cuerpo, su pureza, su vida, su color. Las olas del mar columpiándoles, ese azul claro, limpio, esa sensación de plenitud, ese olor a mar. Recuerda tu niñez, disfruta de las pequeñas cosas, del canto de los pájaros, del «Kri-Krí» de un grillo, esa abeja que cuando aparecía era el centro de atención, «no os movais que no hacen nada». Aprendamos a respetar al más pequeño de los seres vivos porque su importancia es vital.
Conectemos de una vez por todas con ella, la naturaleza es vida, siente su dolor cuando envenenamos sus ríos, cuando hacemos de su hogar un basurero, cuando escarbamos en sus entrañas para buscar no se qué, ni por qué, bueno si sé el para qué, lo tenemos clarísimo…busca de metales preciosos, de minerales raritos. Que hay más bello que la naturaleza viva, nada más hermoso.
También conocemos el por qué destruimos el entorno, consumismo, afán de conquista, riquezas materiales… lA NATURALEZA en cambio te ofrece sus mejores flores, las mejores obras de arte se encuentran en ella y no te pide nada a cambio sólo respeto y protección.
En ella se guarda el secreto de la vida, el aire puro, el aire que todos respiramos, da cobijo a un sin fin de especies que se tambalean por nuestros llamados deportes, nuestra tremenda imprudencia, nuestras ansias de destruir lo todo.
Regresemos a ella y aprendamos a enriquecer espacios con nuestra presencia no a destruirlos con nuestro egoismo, hagamos de este mundo un lugar con cabida a los verdes, que no es tan dificil.
Que los lugares naturales sean eso, naturales, protegidos de la mano de la humanidad, que de todo quiere sacar tajada.
Creemos espacios comunes, por los que pasear, compartir experiencias, disfrutar con los tuyos.
Enseñemos a nuestros hijos valores, inculquémosles el amor a mamá tierra y esto dará sus frutos.
Enriquezamos la tierra con nuestro paso, a veces vamos tan deprisa que no saboreamos este maravilloso viaje que es la vida, hemos aprendido unos valores que lejos de crear hombres justos nos están convirtiéndonos en verdaderos depredadores de un medio que tiene los días contados si sólo pensamos en el ahora y no en el mañana. Cuando algo se destruye lleva mucho tiempo que vuelva a renacer. Sino nos implicamos en cambiar las cosas, pronto la tierra no será más que un gran desierto, inerte sin vida.
Los gallegos somos un pueblo de luchadores, de amantes de la naturaleza queremos que las autoridades se impliquen e impongan las penas más duras a todo aquel que atente contra el monte gallego, contra nuestro patrimonio, creemos que esto es un atentado contra todos nosotr@s y por eso pedimos actuaciones contundentes.
En resumidas cuentas que todo aquel que de una u otra manera, haga daño a nuestro entorno o a nuestra historia sea castigado duramente.
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