Antes de nada, ya sabes, si quieres pasar directamente a la lista de ruinas militares de la costa de Galicia pulsa aquí e irás directamente, pero si apetece leer, te hacemos un breve y simple resumen de la defensa de la costa. Recordar que muchas de las ruinas militares de este artículo tienen un enlace para más información.
Desde tiempos inmemoriales la costa de Galicia fue visitada por las más diferentes culturas llegadas desde los más recónditos lugares. En un principio, el comercio era el objetivo primordial de estas incursiones costeras. Pero pasó el tiempo y la navegación se convirtió en uno de lo medios fundamentales para la comunicación, el comercio y el transporte. Ahora los pueblos extranjeros ya no traían piezas para el trueque, traían su hierro fundido convertido en afiladas espadas para hacernos entrar en razón, y vaya si lo conseguían.
Nuestros poblados intentaron fortificarse, pero poco había que hacer ante estos desalmados amantes de lo fácil. La población no tuvo más remedio que abandonar la costa y buscar asentamientos más elevados y mejor defendidos en el interior.
Pero todo lo que nos había aportado el mar, era imposible de olvidar y por ello con la llegada de los romanos y las nuevas explotaciones costeras volvimos de nuevo a primera línea de playa. No duramos mucho, pues otra ola de invasiones volvería para hacernos más daño si cabe y esta ola duró siglos y no solo fueron los vikingos. Los pueblos del norte nos dejaron tranquilos, pero por desgracia aparecieron otros con ganas de trabajar poco, los piratas y corsarios, unos como trabajadores a cuenta propia sin pagar impuestos y otros en nómina en otros países. Después llegaron las guerras con Portugal, con Inglaterra, con Francia… con todos… hoy uno y mañana otro. En la primera mitad del siglo XX tampoco hubo tregua. Aunque supuestamente neutrales en las dos Guerras Mundiales, las dictaduras tenían miedo de las grandes potencias de posibles invasiones por mar.
Las primeras instalaciones de costa
Por estos motivos belicosos surgió la necesidad de crear un sistema de aviso que fuera tan rápido que en unos minutos pudiéramos avisar a nuestros alejados vecinos del interior que algo se aproximaba por el mar con presuntas intenciones de hacérnoslo pasar mal y llevarse lo poco que teníamos.
Y copiamos la idea de los indios, o los indios nos copiaron, y pronto escogimos puntos estratégicos para encender hogueras y comunicarnos por medio de señales de humo o incluso señales luminosas con fuego. Estos puntos estaban dispuestos de tal manera que la señal podría avistarse desde unos a otros y de esta forma el aviso podría recorrer más de 150 km en unos minutos.
En estas épocas de la Alta Edad Media apenas había instalaciones, tan solo había cobijos formados con rocas y algunos muros de mampostería que habíamos aprovechado de los castros para taparnos de los aguaceros, de la lluvia y del frío. Las pocas instalaciones que se han localizado hasta al momento se reducen a pequeñas construcciones de rectangulares de mampostería, como en el propio Faro de Budiño.
Torres y fortalezas
De estas no quedan muchas, pero en la Edad Media hubo unas cuantas en la orilla del mar o los ríos navegables. Las más famosas de las que aún podremos ver algo, son las de A Lanzada y las famosas Torres de Oeste, en Catoira, construidas principalmente para cerrar el paso de los pueblos vikingos en su camino hacia Santiago de Compostela.
Las garitas costeras del siglo XVIII y XIX
Los pueblos del norte nos dejaron tranquilos, pero por desgracia aparecieron otros con ganas de trabajar poco, los piratas y corsarios, unos como trabajadores a cuenta propia sin pagar impuestos y otros en nómina en otros países. Después llegaron las guerras con Portugal, con Inglaterra, con Francia… con todos, hoy uno y mañana otro.
No se aprecia una gran evolución en la defensa de la instalaciones costeras de Galicia desde la Edad Media hasta la Edad Moderna.
En esta época aparecen las primeras instalaciones en lo alto de las montañas estratégicas cercanas al mar. El sistema de avisos era igual que en los siglos anteriores, pero estos vigilantes pudieron resguardarse del frío viento de los océanos en unas pequeñas edificaciones que se denominaban garitas.
Aún conservamos unas cuantas, como por ejemplo la de Monte Facho, Garita Herbeira o la Garita da Vela, en Espasante. Además de estas se conservan un gran número de topónimos relacionados con la palabra «garita» y todos en lo alto de las cumbres. En estos, suele haber diversos restos casi invisibles de estas simples estructuras.
Baterías costeras de época moderna
Poco tiempo después surgió la necesidad de defender y vigilar importantes puertos localizados en las rías, sobre todo el puerto de Ferrol. Todo el golfo Ártabro fue artillado y por ello provisto de baterías y fortalezas costeras de las que muchas tenemos restos.
De aquella, siglos XVII y XVIII, además de intentar bombardear los barcos enemigos, échabamos una gruesa cadena para unir las orillas de las rías y así procurar cerrar el paso a los barcos, cosa que pocas veces paró a los enemigos.
Ejemplos de esa época a lo largo de Galicia fueron los baluartes como A Guarda, Vigo; Cangas, Rande, Camariñas, Fisterra, y unos cuantos en el Golfo Ártabro, como San Felipe, la Palma,, Prioriño, Punta Viñas, Bailadora, Segaño y muchísimos más que no conocemos aún.
Baterías costeras del siglo XX
En el XIX y el XX la tensión no disminuyó, las tensiones con diferentes países y las independencias de las colonias españolas provocó un clima tenso que se podía cortar con un papel. Entonces España tuvo miedo incluso de una invasión por mar de Estados Unidos debido al enfrentamiento en la guerra de Cuba y fueron varias las fortalezas que se construyeron en la costa de Galicia.
También había países europeos que codiciaban tierras estratégicas en el Mediterráneo, como Menorca, ya que Gibraltar ya tenía dueño. Por miedo a esos países y su posicionamiento en el Mediterráneo Inglaterra le «echó un cable» a España y le vendió unos cuantos de esos famosos cañones Vickers en los años 20 para artillar las costas de Cartagena, Mahón y Ferrol. Así se llevaría a cabo el artillado del Golfo Ártabro a partir de 1926 y bajo la dictadura de Primo de Rivera.
A parte también les permitió construir unos cuantos más en el país, que un par de décadas después formarían parte de los nuevos emplazamientos militares de las costas de las Rías Baixas instalados durante otra dictadura y después de la Guerra Civil.
En la actualidad, la mayoría de las instalaciones de estas baterías costeras, sus búnkeres y sus cañones, se encuentran en la más absoluta ruina y casi todos son nidos de ratas y basureros improvisados. La mayoría de sus gigantescos cañones fueron despedazados y vendidos como chatarra antes de acabar el siglo XX. Aún recordamos cuando en un viaje de los nuestros por el interior de Galicia nos encontramos en recóndito rincón con un Vickers en en basurero de la Xunta de Galicia en Cotobade. Poco después, el cañón fue recuperado y trasladado gracias a una asociación.
Después de este rollo, vamos ahora con la lista de las ruinas y restos de otros emplazamientos militares de costa de Galicia del siglo XX que a día de hoy aún se mal conservan. Vamos a hacerlo de sur a norte.
⚠️⚠️⚠️Recuerda, las ruinas militares por lo general son propiedad de Defensa y su acceso no es aconsejable por tratarse de propiedades privadas y sobre todo por el elevado riesgo de desplome y accidentes. Además, la mayoría que conocemos no muestra ningún tipo de advertencia ni precintos y presentan grandes agujeros y fosos que multiplican el riesgo de lesiones y accidentes.
Ruinas militares de la costa de Galicia
Batería de Cabo Silleiro (Baiona)
Estas ruinas militares son las situadas más al sur de Galicia, en Cabo Silleiro entre Baiona y Oia. Albergaban las baterías J4 y J5, las primeras en las cercanías del faro nuevo y las segundas a pie de mar junto a los restos de la antiguo faro, aunque de estas ya no podrás ver mucho.
Batería de Monteferro (Nigrán)
Aquí no hay búnkeres, aunque sí quedan restos de antiguas edificaciones de cemento y hormigón, además también existen varios cañones pertenecientes a esta batería J3 de Monteferro, en Nigrán.
Batería de A Guía y Etea (Vigo)
Hasta el momento de hacer este artículo, y siendo de la zona, desconocíamos la existencia de una batería en las inmediaciones del faro de A Guía, eran las baterías J6. De ellas y de los barracones no quedan nada, pues se construyó un campo de fútbol y un mirador sobre los restos. Sí son de sobra conocidas las instalaciones de la ETEA (Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada) en las proximidades de estas y que esperan ser convertidas en el Campus del Mar en donde se proponen instalar el Instituto de Investigaciones Marinas, hoy en Bouzas, y la Unidad Tecnológica Marina de O Berbés.
Proyectores Cabo Home (Cangas)
En Cabo Home no hubo baterías, ni siquiera parece haber resto de edificaciones militares. Sin embargo, un lector de nuestro blog nos contó que allí estaban instalados unos proyectores pertenecientes al sistema defensivo de la ría de Vigo y la mejor prueba es que él pasó un tiempo en esas instalaciones.
Batería de Cabo Udra (Bueu)
Cabo Udra es un paraje natural excelente, pero los restos de sus instalaciones y ruinas militares no combinan nada con el entorno. No hay cañones, tampoco túneles. Solo parece haber restos de edificaciones como el punto de telemetría y diversos barracones de cemento.
Punta Faxilda (Sanxenxo)
Esta de punta de Sanxenxo y de la parroquia de Noalla hoy es muy conocida por la instalación de un simple banco con vistas al mar. Aquí hubo una instalación militar de mediados del siglo pasado, pero solo podrás intuir restos de cemento, trincheras y recintos circulares que probablemente albergaran alguna pieza de artilleria.
Batería Porto Cuaces (O Grove)
Esta, en O Grove, aún no está «desocupada», pues se encuentra parciamente en uso por el ejército para prácticas. Sin embargo podemos incluirla como ruina pues el mantenimiento parece escaso y sus cañones se deterioran poco a poco.
Illa de Tambo (Poio)
Situada en el interior de la Ría de Pontevedra, la única forma de llegar a la isla es, por supuesto, en embarcación. Sin embargo su acceso está prohibido e incluso vigilado. En la isla no había baterías, pero se conservan las ruinas militares de búnkeres, el polvorín y otros. Existe la posibilidad de conocerla bajo visitas guiadas organizadas.
Punta Frouxeira (Valdoviño)
En este hermoso punto geográfico de Valdoviño, en Meirás, encontraremos los restos de las instalaciones de varios proyectores de luz. Existen diversas edificaciones e incluso los túneles que daban acceso a los proyectores.
Baterías de Campelo (Valdoviño)
Muy cerca de las anteriores y pertenecientes al mismo sistema defensivo y militar encontraremos las instalaciones de Campelo, junto a la costa, y Campelo Alto, arriba en la montaña. Estas fueron las primeras en ser desartilladas, ya que lo hicieron entre 1940 y 1941. Pero no fue por el descenso de las tensiones internacionales, sino que las piezas de artillería fueron trasladadas a zonas del Mediterráneo.
Monte da Lagoa (Narón)
En los alto de esta magnífica atalaya y mirador que forma el Monte da Lagoa de Narón, existen las ruinas de lo que parece un barracón militar, pero no parece haber mucho más. Se trataba de una base de radio que por lo visto ayudó a los nazis durante la guerras. En el enlace que os dejamos anteriormente podréis ver fotos e información.
Baterías de Cabo Prior (Ferrol)
Seguimos hacia el oeste, hacia el Golfo Ártabro. Allí primeramente encontraremos las instalaciones militares del Cabo Prior, en donde existieron varias baterías costeras y proyectores.
Batería de Proyectores de Doniños (Ferrol)
Entre las espectaculares playas de San Xurxo y Doniños, frente a las Illas Gabeiras, también hay restos de los túneles que albergaban tres proyectores de luz.
Baterías de Cabo Prioriño (Ferrol)
De estas baterías que cerraban la ría de Ferrol no disponemos imágenes. Como vemos en la imagen aérea contaba con cuatro cañones. Las siguientes está muy cerquita. Además de las baterías costeras del siglo XX también encontraremos aquí los restos de varias baterías del siglo XVIII, como son la de Punta Viñas o Prioriño.
Baterías O Pieiro (Ferrol)
En esta zona se apostaban las defensas antiaéreas de la zona militar de Cabo Prioriño en defensa de la ciudad de Ferrol. En nuestra última visita parecía un estercolero.
Monte Ventoso
Subiendo por la carretera de estas últimas baterías encontraremos en los más alto, en Monte Ventoso, los restos y sobre todo unas vistas espectaculares.
Baterías de Punta Segaño (Ares)
No entramos en Ferrol, ya que su legado patrimonial militar es enorme y eso daría para otro artículo diferente. Por ello cruzamos la ría de Ferrol y nos vamos a la otra punta de la bocana de la ría, a Ares. Más ruinas, más baterías costeras formadas por las de Punta segaño y las ruinas de A Salgueira.
Baterías de Fonteseca (Ares)
En lo más alto de Monte do Faro, muy cerca de las antenas de comunicación también tenemos otras instalaciones militares.
Baterías de A Bailadora (Ares)
Un fantástico mirador sobre la Ría de Ferrol. Desde la batería de la Bailadora tendremos una visión perfecta de las fortalezas de época moderna que vigilaban la ría desde la bocana hasta al interior.
Baterías de Sudova (Ares)
En esta otra punta por debajo de Punta Segaño encontraremos las baterías de Sudova, que ayudaban a vigilar las entradas de las rías de A Coruña y Betanzos.
Baterías de Seixo Branco (Oleiros)
En frente de estas últimas y bajo promesas de rehabilitación hace ya más de una década, localizamos las de O Seixo Branco, en la hermosa costa de Dexo-Serantes.
Baterías de Monte de San Pedro (A Coruña)
Ahora nos vamos a las inmediaciones de la ciudad herculina, A Coruña. Allí tenemos el Monte de San Pedro, una de las dos únicas instalaciones militares de Galicia que hasta la fecha se encuentran rehabilitadas e incluso cuenta con un centro de interpretación. Podremos ver un par de esos gigantescos cañones y merece la pena darse una vuelta por todo el complejo disfrutando de las maravillosas vistas de los alrededores de A Coruña.
Baterías de Monticaño (Arteixo)
Las últimas ruinas militares de Galicia de esta lista están muy cerca de A Coruña, concretamente en Arteixo, y no son otras que las de Monticaño, que también se encuentran acondicionadas y cuentan con un cañón.
Y esto ha sido todo por ahora, seguro, seguro, que nos falta alguna. Te agradecemos tus aportaciones y si tienes alguna fotografía de las que faltan sería todo un detallazo por tu parte que nos las dejaras para este post.
Mi abuelo.fue prisionero de Franco y estuvo 3 años en el Castillo de San Felipe, viendo como asesinaban a sus compañeros,fue condenado por Rebelde Militar y cadena PERPETUA, finalmente indultado.NO SE HA HECHO JUSTICIA.Sigo esperando..por Mi Abuelo y todos los que lucharon contra el Franquismo. Democracia? En España? Ni existió Ni existirá. Gana la CORRUPCIÓN.
Y que pinta este comentario aqui?
Te recomendaría que en lugar de referirte a «ruinas militares» te refirieras siempre a «patrimonio arquitectónico de la Defensa» una ruina tiene un sentido un tanto peyorativo. Por el contrario, referirse a «patrimonio» tiene un sentido positivo que invita a la conservación, protección (que es el elemento fundamental en todo esto) y difusión. Por lo demás, muy interesante. Gracias por compartirlo.
Así debería ser… Pero antes deberían empezar a reconocerlo las instituciones pertinentes que los han dejado caer y pudrirse. Han pasado ya décadas en muchos casos si que nadie haga algo. Nosotros somos simples observadores, observadores de lugares con historia convertidos en estercoleros, muros e instalaciones que se deterioran y se desploman… vemos ruina, por desgracia. Un saludo y gracias por el comentario!!!
No son patrimonio como bien dice el documento so propiedad de defensa por eso se califican como ruinas y no patrimonio…..